Como venimos haciendo los últimos años quedamos temprano para coger el tren que nos dejará en Atxuri.
En el tren nos reunimos, con los que vienen de Durango. Menudas risas, solo por ésto ya merece la pena el madrugón.
Llegamos a Bilbao y antes de empezar la marcha sacamos la clásica foto que demuestra que estuvimos allí.
Tranquilidad y a por los 115km de la marcha. Una primera parte que nos tomamos con mucha calma. Prudencia, porque aquí se dan cita unos 6000 ciclistas y no es fácil circular con tanta gente. Menos mal que las predicciones no se cumplieron y no empezó a llover hasta casi llegar a Bilbao.
Sobre el kilómetro 60 está el cada año más escaso avituallamiento. Esta crisis es lo que tiene.
Dejamos para la segunda parte de la marcha probarse y ver cómo va la preparación este año. No va mal la cosa. Subida a tope de Gerekiz y Morga y no bajamos el pistón hasta llegar a Bilbao, que nos recibe con una buena jarreada para acabar llegando mojados a meta. Mira, en esto no se equivocaron las predicciones.
El ambiente en meta es espectacular a pesar del día.
Foto de rigor en meta y al tren de vuelta a casa.
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