domingo, 27 de febrero de 2011

LEUNGANA 27 de febrero 2010








A pesar de estar anunciado un día invernal con lluvias y bajada de temperatura, nos animamos un grupo del club a completar la etapa correspondiente.
La idea es acercarnos a la zona de Baltzola, tierra de brujas y peñas rocosas.
El grupo de BTT nos acercamos por carretera hasta Dima, justo debajo de la sierra de Aramotz. Por el camino que indica Baltzola iniciamos la subida por el barrio de Bargondia hasta llegar a la Ermita de San Lorenzo, encima de las famosas cuevas de Baltzola que dejamos a la derecha. Seguimos subiendo por la pista forestal que nos acerca al collado de Olarreta y por la pista de la izquierda a la ladera del monte Leungane (1008mts), cota de más altura del recorrido. En ese lugar nos sorprende unos copos de nieve que poco a poco se convierten en granizo y viento.
Tras un pequeño avituallamiento dentro del refugio, repleto de montañeros que suben de Mañaria y que nos invitan a un trago de vino, descendemos hacia Oba por una fuerte pendiente que nos hace calentar los discos de los frenos y subir la adrenalina. Entre los caseríos nos adentramos otra vez en el monte, con bastante barro debido a la lluvia caída y tras pasar bajo la espectacular peña de Asuntza llegamos al barrio de Eguriotz , junto a la fuente. Cruzamos Artaun sin detenernos y bajamos un tramo de carretera, hasta desviarnos por la casa Torre para pasar junto al caserío de Urizar, ya en el barrio de San Kristobal de Igorre. Por una fuerte pendiente subimos a los caseríos de Orue, cercanos a las antiguas canteras de Makatzalde que dejamos a la izquierda, hasta llegar a los caseríos de Garaimendi. Descendemos muy rápido por una pista que recorre los montes de Usobatz hasta el barrio de San Andres, próximo a la antigua fábrica de Tarabusi. A la derecha tomamos el sendero que junto al río Arratia nos comunica con los caserios de Zabala, Aresti y el puente romano del barrio lemonés de Telleria, antes de entrar en la carretera general que nos llevará a Zornotza.
Al final algo más de 40 kilometros de buenas subidas y bajadas que nos hacen desarrollar el sentido del sufrimiento ante una mañana fría e invernal y a ratos con fuertes chaparrones que nos ponen las piernas y los brazos en tensión, por la temperatura ambiental y la oreografía exigente, pero idónea para disfrutar de la práctica de la BTT.

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